martes, 5 de mayo de 2009

Noche loca. Curiosa. Raruna.

- Te pareces a la cantante de Texas

Ésa fue la frase. Ahí estabamos, como niñas pequeñas con cara de haberse colado en una fiesta de mayores. Igual. Envalentonadas por el alcohol, el rímel y los tacones, eso sí. Rodeadas de gente curiosa y cuadros de mujeres con los pechos desnudos. Flotando entre notas de jazz en un segundo piso en la calle Doctor Cortezo, con entrada restringida. La noche sabía a prohibido por todas partes.

- ¿Me das un sorbito de tu bebida?
- Claro. Es Brugal con cocacola.
- Mmmmm, me gusta el sabor

Yo seguía ensimismada. Quizás las sustancias que desfilaban por las habitaciones tenían la capacidad de volar por el aire y estaban llegando a mi riego sanguíneo en cada inspiración, no sé, puede ser. También puede que la botellita de vino rico que Marta y yo nos bajamos en la cena ayudara, pero la noche habia empezado tan mal... pero tan tan tan mal... Entramos en El Original temblonas y con lágrimas amenazando tormenta (nos ahorramos los detalles porque son tristísimos) y al final aparecimos con una media sonrisa en el Café Galdós, donde nos esperaban Maribel&Manolo. Y de ahí ya, con Quique (O Kaik, no me aclaré), nos "colamos" en el piso de los cuartos comunicados, con sofás y alfombras del año pum y copas a 11 euros.

- Cierra los ojos un segundo
- ¿Qué vas a hacer?
- Confía en mí

Y no, no, no. Eso que dice Katy Perry de "Us girls we are so magical. Soft skin, red lips, so kissable. Hard to resist, so touchable. To good to deny it" pues bueno, habrá a quien le valga, evidentemente, desde luego. Y vamos, estupendísimo que me parece. Pero a mí, qué quieres, a mí dame una barba, un bigote incluso, dame un susto con forma de bulto en el pantalón....! ¿Mi reacción? Primero, escupir el líquido que la de Cádiz acababa de propulsar desde su boca (que buena soy yo para según qué cosas) y después, un ataque de risa brutal. Delante de la cara de la chica, que juraría se llevó en el maquillaje parte de la ducha de lo que fuera que estuviera bebiendo...

Volviendo a casa, Atocha ya amanecía. Apoyada en la ventana del taxi, me vino a la mente la escena final de la película Shortbus. Quién sabe cómo acabaron los de la Calle del Doctor Cortezo... quizás de la misma manera... El sonido anda un poco desajustado en este video, pero la escena es increíble. Aquí la dejo, :)

(Y desde el domingo, escuchando, religiosamente, "Summer Son" y su Before you take my heart reconsider, before you take my heart reconsider. I've opened the door, I've opened the door...)

No hay comentarios: