lunes, 30 de marzo de 2009

Que me devuelvan el himno del cole, oiga



El próximo 25 de abril tengo cena de ex compañeras del Colegio Santo Ángel de la Guarda. La verdad es que no sé qué me voy a encontrar. Guardo amigos del Instituto y de la Universidad... pero a las niñas del colegio las tengo muy perdidísimas. Fuimos diez añazos juntas a clase, siempre las 40 y pico juntitas. He estado un rato pensando y creo que soy capaz de recordar los nombres de todas las niñas pero fue terminar el colegio y esfumarse esa etapa, todo uno.
Además, tuve la malísima (?) suerte de que de todas las niñas que fuimos a hacer el BUP y el COU al Instituto, la que se quedó en una clase apartada del resto fui yo. El asunto es que ahora, tantísimos años mas tarde, vamos a ponernos cara otra vez. Espero reconocerlas a todas.

Perdida en los años de la EGB, de los bocadillos de chorizo y de jugar a "V" en el patio, de repente, me he acordado del himno del colegio. Era absolutamente brutal... Yo creo que nos hipnotizaban o algo: El ritmo era rotundo, muy militar y las frases del todo bélicas y sanguinarias lo cual, saliendo de nuestras vocecillas preadolescentes en una Iglesia de mármol donde todo retumbaba daba como un poco de miedito. En un punto de la canción nos poníamos a mover brazos y rodillas como si estuviésemos marchando a la guerra y entonces nos sentíamos preparadísimas- muchas de nosotras, que he hecho una encuesta a gente cercana- para dar caza al Maligno. Vamos, con nosotras y con ese himno en la boca no podía nadie!

Bueno, ¡¡pues nos han cambiado el himno!! Pues no va y me encuentro esta letra en la web del Colegio del Santo Ángel de Gijón?


(Entre paréntesis la letra actual cambiada)

Bajo las alas del Ángel custodio
nuestro Instituto se lanza a la lid
(nuestro colegio quiere ser luz)

quiere luchar de Satán contra el odio
(quiere anunciar el mensaje de Cristo)
quiere vencer, quiere vencer
(quiere vivir, quiere vivir)

aunque cueste morir.
(la amistad y el amor)
Dios nos lo pide,
qué dulce honor
extender por el mundo

la llama de su amor
y como el ángel inspira las almas
los sentimientos de amor y virtud
así también formarán sus hermanas
los corazones de la juventud
los corazones de la juventud

Siempre adelante sin desmayar

que el Ángel de la Guarda dirige nuestro afán
siempre adelante sin desmayar
que el Ángel de la Guarda dirige nuestro afán.



Buah, me siento como la abuela cebolleta al decir esto... pero en mis tiempos era mucho mejor! O no? ;)

PD: Ahora eso de haber mentado a la bicha me hace estar intranquila en esta casa llenita de ruidos... glups...

domingo, 29 de marzo de 2009

Echar de menos, del verbo "echardemenos"

Hay veces que los recuerdos saltan de agujeros oscuros con dientes afilasísimos, no lo puedes evitar, y zas, al segundo tienes la pantorrilla al aire y sangrando. Unos recuerdos escuecen, otros pican, otros duelen, otros iluminan sonrisas.

Hoy, a eso de las tres (o las cuatro, dependiendo del reloj) estaba toda afanada preparándome la comida. Que Enrique me proporcione una dieta correcta de lunes a viernes no es suficiente. Y llevo perezosa con la cocina demasiado tiempo. Estoy perdiendo práctica, cada vez me sale todo peor. Así es que he dejado mis quehaceres, y me he puesto a preparar un menú sencillísimo: Pechuga de pollo con pimientos verdes crujientes.

He partido los pimientos en trozos ni muy grandes ni muy pequeños y los he regado con un chorrotón de aceite de oliva virgen, espeso y turbio. La pechuga la he partido en tiras finas, las he salpimentado, he espolvoreado pan rallado con ajo (poquito) y las he puesto en la sartén con apenas una gota de aceite. De postre, fresas maduras con petit suisse (mucho mejor con uno natural azucarado). Una vez encarrilado todo, me he dado cuenta de que me faltaba algo. Lo tenía todo encima de la mesa, pero instintivamente y sin quererlo, se me han ido los ojos al suelo y entonces he sentido un mordisco que me ha dejado abierta en canal y sangrando: Me faltaban unos lloriqueos lastimeros. Me faltaba un ser de seis kilos histérico, enredado entre mis piernas en mi cocina de 2x1. Me faltaba una patita llegando a mi cadera pidiendo pollo.

El pollo sigue ahí. Hay penas eternas, hay penas que quiero que sigan siendo eternas.