viernes, 10 de abril de 2009

Placer... adulto?

Lo primero que hago al llegar a casa es quitarme los zapatos. Ni me quito el bolso siquiera. Después -con el bolso aún colgando- presiono dos botones y en el mismo orden: el del portátil y el de la tele. El primero es mi ventana al mundo, el segundo es una banda sonora que llena de ruidos la casa. Mi atención, (una vez me he quitado el bolso, me he puesto cómoda y me he sentado en el sofá) se concentra en el ordenador, apenas desvío un 5% a la tele. Y el 95% de este 5% va para los anuncios.
Adoro los anuncios. Bueno, puntualizo, adoro los anuncios bien hechos de la tele. Mi gusto es peculiar, de todas maneras. No me emociona el anuncio de Cocacola como al resto de los mortales. Qué quieres que te diga, que el encuentro de un hombre anciano y una recién nacida pretenda que te llenes el estómago de una pócima gaseosa que vete a saber qué lleva, pues me da un poco de rabia... Dudo mucho de que esta bebida sea beneficiosa para la salud... (la repetición eterna en mi casa de "eso es pis de gallina" durante mi infancia puede influir, lo reconozco)
Hay anuncios que sí me enternecen un poquito, como el de la amiga Nerea. El "Pos yo no" me deja con sonrisa medio tonta. Igual que la cara de "booooh, pues vaya" de la niña morena que ve que a su amiguita sí le viene a buscar su padre. Otros me hacen cambiar de canal : el anuncio del "Yo no soy tonto", el del chico rarito que va gritando y retorciéndose, directamente, me produce ataques de vergüenza ajena tan galopantes que, sin darle medio segundo, agarro el mando y cambio de canal (aquí ni pongo enlace siquiera, que todas las visitas cuentan). Otro anuncio que me horroriza es el del Actimel con Susanna Griso (periodista y madre, como puntualiza). Le he cogido tanta manía que extrapolo esta sensación a cada aparición de esta chica, y cambio de canal en cuanto la veo, pero, no sé si os habréis dado cuenta, suelen emitirlo a la misma hora en varios canales a la vez! Es una invasión de L.casei en toda regla!

Pero para manía, la que le tengo a los anuncios de Chocolates Valor. Ya el anuncio de la chica pelirroja me pareció un poco raruno. ¿Vender chocolate como si fuera un vibrador talla XXL? No... no lo veo... El de las niñas en el supermercado tampoco me gustó nada de nada. Y menos aún el de la parejita de "Has tomado precauciones"?, posando en una cama transmitiendo aburrimiento y hastío (como mucho). El momento final del puño cerrándose como si estuviera experimentando una sensación fuertecita es casi de risa. Pero ya el que me ha puesto de mala leche absoluta es el de las caricias. "Cuando te acarician suavemente, tu cuerpo se relaja, sientes escalofríos, y tu cerebro reacciona provocándote un incontrolable placer, casi tanto (!!) como cuando comes Chocolate Valor". Y digo yo... ¿Desde cuándo es comparable una caricia con un trozo de chocolate? Mmmmm... yo soy chocolatera, muy chocolatera... Me gusta muchísimo. Pero claro, viendo este anuncio, pienso, ¿qué clase de caricias ha experimentado el/la guionista del anuncio...? Vamos... las ha debido catar de las malas-malas porque si no, no le encuentro el sentido!

Así que, Valor, te veo en el supermercado y no te compro. Compro otros. No tengo una marca favorita de chocolate, pero es que a ti ni te pruebo. Te tengo manía, me caes mal. Que para que mi cerebro reaccione provocándome un incontrolable placer, creo que tengo claro qué es lo que se tiene que hacer...

Nota: Curioseando en youtube me he encontrado este noticia acerca de un anuncio. Raro, rarito, sin duda alguna... :)

1 comentario:

Carla de la Olla dijo...

Muy buen comentario, pero prueba el chocolate valor chica