Lugar: Cibercafé de Bariloche (el mismo que ayer)
Hora: Diez y media de la noche
Hoy es el último día en San Carlos de Bariloche. La ruta de los Siete Lagos en la que hemos empleado el día ha sido un "Uy mira qué chico más impresionante pero me quedo con su amigo". La verdad, así, en bruto, es que visto un lago, vistos los siete. ¿Que son bonitos? Son preciosísimos, pero aquí una es un animal de ciudad, y se me ha colapsado el cerebro con vistas de lagos al segundo tres. El primero impresiona, con el segundo sigues abriendo la boca y con el tercero piensas... ¿Cuatro más? Uf, por dios, que me traigan un helicóptero... La vuelta, la parte "feúcha", la parte "menos impresionante", nos ha tenido pegadas al cristal tres cuartas partes del tiempo, maravilladas con el paisaje. Muy, muy bonito. Muy impactante. Ha habido un momento en el que me ha recordado a la Capadocia. Hemos estado adivinando figuras en la roca erosionada... Cada cual ve lo que quiere, eso está claro :)
La excursión ha merecido mucho la pena. Las explicaciones de Diego, el guía (descendiente de rumanos, españoles e italianos) nos han hecho ver el paisaje y entender un poquito mejor la historia de Argentina. San Carlos de Bariloche se fundó en 1903... antesdeayer! Y como dice la gente del lugar, sus antepasados se bajaron de los barcos.
Bariloche parece una pequeña Suiza, con construcciones parecidas, sus casitas de madera y piedra y su chocolate por todas partes! No sabía yo que fuera tan famoso (y tan exquisito) el chocolate de "acá".
Y ya, ocho horas después de haber degustado una estupenda trucha patagónica, vamos a ver si nos acercamos a cenar un alguito.
Mañana, al Calafate. Yupi :)
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3 comentarios:
sos una suertuda!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
traeros a ése pedazo de guía ;)
Jejejejejeje. Me acuerdo mucho de vosotras!! Esto esta siendo una maravissha!!
Besos!
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