(O gatilla, mejor dicho). En eso me he convertido esta mañana al pie de la ducha.
Salir del globo de calor en lo que se convierte mi cama cada noche ya es un horror sin más florituras. Pero sumarle el hecho de una ducha de agua fría (fría no, eran trozos de escarcha cristalizada lo que salía de ahí) y el hecho de que es lunes, complican el asunto y lo llevan a las puertas del mismísimo infierno. Brbrbrbrbrbr. Qué frío, qué frío. No se me ha parado el corazón de casualidad. En fin, qué le vamos a hacer...
He hecho un gran descubrimiento, sin embargo. Soy mucho más valiente con el lado derecho de mi cuerpo. Sí, sí. Suena extraño, lo sé. Y no entiendo las razones. Pero ante el grifo que escupía flechas de hielo, el lado derecho se ha lanzado sin pensárselo demasiado. Sin embargo, el izquierdo, ay pobre, se ha quedado detrás, como diciendo "con ese lado ya basta". No ha bastado, claro. Pero vamos, lo de esta mañana ni se llama ducha ni ná. Un lamidito de gato, eso ha sido. He terminado mi jornada laboral y he corrido a casa de mi querida hermana, a inundarme en olor a jabón y agua caliente.
No tuvo ninguna gracia el asunto. Los domingos son días tranquilos, días de sofá, de manta, de siestas encadenadas, de pelis malas varias. Ahí estaba yo, felicísima hecha un ovillito, cuando empecé a oir un "clinck, clinck, clinck" sospechoso. En mi sopor, pensé: "Uy, está lloviendo, qué gracia y se oye tan cerca". Pero no, no es que se oyera cerca. Es que... me llovía en el pasillo. Un fallo en el sistema de presión del canal y que la válvula no ha funcionado. Eso dijeron los dos chicos del seguro que se acercaron a mi casa. Así que toca cambiar el calentador, de entrada. Después, analizar daños (el agua se ha filtrado por la puerta del baño, hay bolsas de agua en la pintura, blablabla). Y todo en menos de 3 días.
En fin. Es un suma y sigue, y parece que no acaba. Llevo más de tres meses sin microondas porque después del mareo de la puesta en marcha de la casa, llegué a mi límite. Y es acercarme a la planta de electrodomésticos del Corte Inglés y salirme ronchas, todo uno. Y ahora esto... Ag. Sí, lo sé, son cosas que pasan.
Bueno, pensemos en positivo... El sábado estaré a treinta graditos en Buenos Aires!
lunes, 1 de diciembre de 2008
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