Lugar: Cibercafé en Bariloche
Hora: Diez de la noche, hora Argentina
Pues sí. Andamos lejos, lejos de nuestro querido Madrid. Yo me siento en pleno ataque de infidelidad. Aquí es verano, la temperatura es increíble, los paisajes son de ensueño y la gente amabilísima, vayas donde vayas. Volveré? ;)
Volveré, desde luego. Eso, si me deja Iberia. Esa compañía aérea española que va de seria y estable. Ná de ná. Yo creo que esas pequeñas bronquitas que he venido teniendo últimamente han sido la preparación de la que viene, ya que tengo pendiente coger impulso y lanzarme contra Iberia. Gracias a todavía-no-sabemos-qué-extraña-razón nos quedamos en tierra un día más, y en vez de llegar a Buenos Aires a las nueve de la mañana, llegamos a las nueve de la noche. Menuda bromita. Tú trabajas, te ganas a pulso tus vacaciones, decides emplear el dinero y el tiempo en un viaje y luego viene Iberia y decide que no, que le viene mal, que vuelas mañana. Te mete en un hotelazo a la una de la mañana, sin maleta, sin pijama y por supuesto, sin ninguna explicación y luego, ya cuando quiere, pues enciende el motor y vuelas. Así de simple. En fin, ooootra reclamación.
Al mal tiempo, sin embargo, buena cara. Nada más pisar tierra argentina y gracias a Eugenia y Judith, ya teníamos plan para la noche: Cenita en un sitio ideal (Milion, Avenida de Santa Fe con Paraná) y milonguita en la zona de Armenia. Mmmmmmm. A las siete y pico de la mañana hora española, volvíamos al hotel (hostal) muertas del sueño y felices con el inicio de las vacaciones.
Buenos Aires huele a media luna y a café por la mañana. Es un caos lleno de gente amabilísima, y tiene su ritmo. Hay que dejarse llevar, necesita tiempo. De momento, apenas hemos visto la Casa Rosada, Palermo, Recoleta y Puerto Madero (la oficina es un paraíso: tremenda terraza con vistas al puerto en medio de la zona financiera). Nos queda, nos queda. Todavía son quedan tres días asshá, que trataremos de exprimir a tope.
Hoy San Carlos de Bariloche nos ha regalado un día de risas continuas. Acabamos de salir de un spa de un hotel de cinco estrellas y estamos alojadas en un hostel jipi-jipi. Hartas del agua fría (que debe ser muy naturista y muy rebuenísimo para la piel pero que fastidia enormemente), hemos dado la vueltita a la calle, hemos sonreído a un chico encantador que estaba ahí, y nos ha dejado pasar al spa. Mmmm. Una delicia.
Mañana nos llenaremos los ojos de lagos (Ruta a San Martín de los Andes), y pasado bajaremos un poquito más al sur, al Calafate. El sábado, si todo va bien, llevaré puestos unos crampones y haré trekking por el Perito Moreno. Qué ganasssss.
Poco más. Que esto es increíble, precioso, una maravilla.
:)
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3 comentarios:
cuánto me gustaría estar allí, tengo esa asignatura pendiente
Merece muchisimo la pena... Animate! :)
A mí Buenos Aires me recordó mucho a Barcelona, tan europea y con tanto estilo. Hablo del centro claro, la zona más pija.
Esperamos tus consejos turísticos en breve.
A disfrutar ;)
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